sábado, 15 de febrero de 2014

¿PUEDEN HABLARNOS NUESTROS MUERTOS?

LA OBRA ministradora de los santos ángeles, tal cual está presentada en las Santas Escrituras, es una verdad de las más alentadoras y de las más preciosas para todo discípulo de Cristo. Pero la enseñanza de la Biblia acerca de este punto ha sido obscurecida y pervertida por los errores de la teología popular. La doctrina de la inmortalidad natural, tomada en un principio de la filosofía pagana e incorporada a la fe cristiana en los tiempos tenebrosos de la gran apostasía, ha suplantado la verdad tan claramente enseñada por la Santa Escritura, de que "los muertos nada saben." Multitudes han llegado a creer que los espíritus de los muertos son los "espíritus ministradores, enviados para hacer servicio a favor de los que han de heredar la salvación." Y esto a pesar del testimonio de las Santas Escrituras respecto a la existencia de los ángeles celestiales y a la relación que ellos tienen con la historia humana desde antes que hubiese muerto hombre alguno.

La doctrina de que el hombre queda consciente en la muerte, y más aún la creencia de que los espíritus de los muertos vuelven para servir a los vivos, preparó el camino para el espiritismo moderno. Si los muertos son admitidos a la presencia de Dios y de los santos ángeles y si son favorecidos con conocimientos que superan en mucho a los que poseían anteriormente, ¿por qué no habrían de volver a la tierra para iluminar e ilustrar a los vivos? Si, como lo enseñan los teólogos populares, los espíritus de los muertos se ciernen en torno de sus amigos en la tierra, ¿por qué no les sería permitido comunicarse con ellos para prevenirlos del mal o para consolarlos en sus penas? ¿Cómo podrán los que creen en el estado consciente de los muertos rechazar lo que les viene cual luz divina comunicada por espíritus glorificados? Representan un medio de comunicación considerado sagrado, del que Satanás se vale para cumplir sus propósitos. Los ángeles caídos que ejecutan sus órdenes se presentan como mensajeros del mundo de los espíritus. Al mismo tiempo que el príncipe del mal asevera poner a los vivos en comunicación con los muertos, ejerce también su influencia fascinadora sobre las mentes de aquéllos.
Satanás puede evocar ante los hombres la apariencia de sus amigos fallecidos. La imitación es perfecta; los rasgos familiares, las palabras y el tono son reproducidos con una exactitud maravillosa. Muchas personas se consuelan con la seguridad de que sus seres queridos están gozando de las delicias del cielo; y sin sospechar ningún peligro, dan oídos a "espíritus seductores, y a enseñanzas de demonios."


sábado, 8 de febrero de 2014

¿"TODA LA ESCRITURA ES INSPIRADA POR DIOS"?


En toda discusión acerca de la autoridad de la Palabra de Dios, como la cita mencionada, es fundamental analizar bien el texto
1. Lo abarcante de la inspiración
      La frase "Toda la escritura" define la esfera a la cual ser refiere el concepto "inspiración". Aunque la palabra "escritura" en el Nuevo Testamento en forma sistemática es utilizada con el propósito de hacer referencia una porción específica del Antiguo Testamento (Lucas 4:21; Juan 19:37), hay muchos casos en los cuales el texto hace referencia a la Biblia entera, motivo por el cual Pablo añade el término "toda". La falta de un artículo definido ha impulsado a algunos a deducir que la traducción debería decir "cada escritura", lo que equivale a decir cada parte de la escritura, en lugar de "toda, la totalidad de la escritura". Es verdad, ambas traducciones posiblemente tienen el mismo significado. Si cada parte de la escritura es "inspirada", entonces el todo también lo es.

"EL TESTIMONIO DE JESÚS" ¿QUÉ ES?

El libro de Apocalipsis, de acuerdo a la escuela historicista de interpretación, ofrece una visión panorámica de la antigua controversia entre Cristo y Satanás. El registro de este conflicto que abarca la era cristiana está bosquejado en visiones simbólicas.

El capítulo 12 inicia una nueva línea profética. Aludiendo brevemente a la historia del pueblo de Dios en el AT, aborda el primer advenimiento de Cristo, el significado de su muerte y Su ascensión al trono de Dios. Luego conduce al lector a lo largo de siglos de historia eclesial hasta al ataque final de Satanás al pueblo de Dios, tersamente resumido en el verso 17.
Estos creyentes fieles del tiempo del fin son identificados con dos características:

1. Guardan los mandamientos de Dios
2. Tienen el testimonio de Jesús.

Este escrito abordará sólo la segunda señal identificadora –“el testimonio de Jesús”. La frase “testimonio de Jesús” (ten marturian Iesou) ocurre seis veces en el libro de Apocalipsis (1:2, 9; 12:17; 19:10 [dos veces]; 20:4).
Apocalipsis 1:2. “que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto”.
Apocalipsis 1:9. “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo”.
Apocalipsis 12:17. “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”.
Apocalipsis 19:10. “Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”.
Apocalipsis 20:4. “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años”.