domingo, 22 de junio de 2014

EL ESPIRITU DEL ANTICRISTO Y EL ZARANDEO ADVENTISTA

Primero que nada estudiaremos a la luz de las escrituras este espíritu maligno, que como iremos viendo es la única causa para que podamos quedar zarandeados del pueblo de Dios.
Pocas imágenes han estimulado tanto la imaginación y han causado tanta ansiedad como la misteriosa figura del anticristo. Mientras las generaciones de cristianos han creído descubrir el anticristo en hombres como Nerón, Constantino, Napoleón, Hitler o Stalin. Hoy, algunos aficionados apocalípticos impetuosos sugieren que Saddam Husseim es el largamente anticipado anticristo. Pero que nos revelan las escrituras al respecto. Juan, el amado señala cuatro características con las que podremos reconocer su verdadera identidad:


Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. Salieron de nosotros, pero no eran de Nosotros...¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo... 1Juan 2:18-26.


"Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quién esto hace es el engañador y el anticristo... Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo" 2Juan7-9.

"Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios... todo espíritu que no confiese que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios, y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habeís oído que viene, y que ahora ya está en el mundo" 1Juan 4:1-3.
Es de carácter religioso: El anticristo es espiritual. Juan amonesta: "Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios" 1Juan 4:1. No todo lo espiritual procede necesariamente de Dios (Efe. 6:12). No es maravilla porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia (2 Cor. 11:13-15)Cuanto mayor sea la semejanza del anticristo con Cristo, tanto más eficaz es el engaño. Por consiguiente, anticristo se refiere a una figura que se coloca a sí misma en el lugar de Cristo. Se sienta en el templo de Dios haciéndose pasar por Dios (2 Tesalonicenses 2:4). El anticristo es de un carácter Altamente religioso.

Es una realidad presente: El anticristo de Juan no es solamente una identidad futura. Es una realidad presente: "...así ahora han surgido muchos anticristos. El tiempo entre el primer y el segundo aedvenimiento se llama los "postreros días" (Heb.1:2).La aparición del anticristo pertenece al "último tiempo". Jesús predijo que vendrían falsos cristos. Juan dice que ya están aquí, y por esto estamos en el último tiempo. No basta ver el disfraz del anticristo en los tiempos de Juan, ni verlo solo en la época de Lutero. El anticristo es una realidad presente. Necesitamos ver como está trabajando hoy.

Es un peligro interno: Buscar al anticristo como un enemigo externo a la iglesia es pasar por alto una parte esencial de la advertencia Bíblico. El anticristo no es meramente un enemigo a la puerta, se ha infiltrado dentro de la casa. Es un lobo disfrazado de pastor entre el rebaño. Es alguien que se presenta como si fuera Cristo, y su mensaje es un evangelio substituto "Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros, porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros" 1Juan 2:19. "Porque yo sé que después de mi partida entrarán lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras si a los discípulos" 2 Hechos 20: 29,30.


Su espíritu niega la doctrina de Cristo:
Aunque el anticristo se presenta en una variedad de formas, cada una de sus manifestaciones se caracteriza por el mismo espíritu, el espíritu de negar la doctrina de Cristo. ¿Pero cuál es la doctrina de Cristo? La doctrina de Cristo no es otra que la que esta revelada en toda su palabra "La Cruz de Cristo" lo resume Pablo. 

Bien a fin de valorar tal sacrificio y así poder decir como Pablo que no hacerlo es ser enemigo de ella Conozcamos pues ¿Porqué tuvo morir? ¿Cuál fue el objetivo de su venida? ¿Qué significado tiene que haya resucitado? ¿Qué diferencia hay entre Jesús, Buda o Confusio? Bien primero definamos bien el objetivo de Cristo al venir a esta tierra. Responder que para ser nuestro modelo lo pondría al nivel de Buda o Confusio. La palabra de Dios nos revela una un objetivo superior, trascendente e inigualable. 

Allí en el Edén surge una desastrosa realidad Adán representante de la humanidad adquiere una naturaleza de pecado. En tal condición el hombre ya no merece ni puede tener más acceso a la presencia de Dios y a la vida eterna. Puesto que la sola presencia de Dios acabaría con él. En tanto era necesario erradicar el pecado por ser la causa de la separación definitiva. Pero como hacerlo si el pecado mora en tu corazón. Erradicar el pecado significaría erradicarte a ti. En tanto era necesario la muerte del pecador para cumplir con toda justicia "... el alma que pecare, esa morirá" Ezequiel 18:4. Mientras que para tener acceso nuevamente a la Vida Eterna es necesario que seas santo "Porque Jehová es justo, y ama la justicia; el hombre recto mirará su rostro" Salmos 11:7. "Jehová ¿Quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón" Salmos 15:1 y 2. 

Pero puede alguien acaso cumplir lo demandado. Nadie tiene dos vidas, como para que con una cumpla la paga del pecado y con la otra sea santo. Ante el primer punto es obvio su imposibilidad y en cuanto a ser santos también. Puesto que nadie que tenga naturaleza pecaminosa es santo. Ya que "Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden" Romanos 8:7. Además de ello nuestras mejores actos de amor. Ante su santidad están manchados de pecado "Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia..."Isaías 64:6. 

De esta manera no hay ventaja salvadora entre aparentemente buenos y malos "¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera, pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado" Roma. 3:9. Su santidad no pasaría por alto el pecado. Mas en su misericordia se conmovía pues perdería a sus hijos irremediablemente para siempre. En tanto su amor lo llevo a hacerse criatura. A tomar la naturaleza humana pero no contaminada de pecado "... el Santo Ser que nacerá, será llamado hijo de Dios" S. Lucas 1:35. Es decir cual segundo Adán para que como representante y sustituto tuyo logrará los dos requerimientos que tú no puedes cumplir. Fue santo y vivió una vida santa ganando así la vida eterna para ti." Porque así como por la desobediencia de un hombre (Adán) los muchos fueron constituidos pecadores, así por la obediencia de uno (Cristo), los muchos serán constituidos justos. Para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro" Rom. 5:19 y 21. 

Por otro lado murió la muerte eterna que tú mereces "Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron" 2Corintios 5.14. Mas resucitó lo que significa que el Padre acepto sus obras como sustitutivas de las tuyas. Es decir considero como si tú hubieras hecho todo ello, en tanto ante su vista ya no eres más pecador, sino santo no merecedor de la muerte más digno de la vida eterna.. En la resurrección de Cristo vemos la certeza de que también nos resucitará para vida eterna. No por lo aparentemente buenos que podamos ser sino tan sólo gracias a los méritos de otro: Cristo "Siendo justificados (considerados como justos) por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús"Rom.3: 24 por ello "Y juntamente con él nos resucitó, y así mismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús" "Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios" Efesios 2:6 y 19. 

¡No es maravilloso! Donde queda la jactancia de los que por su vida consagrada creen merecer algo. Sólo por la justicia de su Hijo por su obra sustitutiva, venimos a ser justos y dignos de consideración. Ahora quiere esto decir que no importa como me conduzca. Será posible que tenga en poco y menosprecie su santa Ley siendo que ni él la abolió ni por amor a nosotros sino que la honro elaborando así nuestra salvación " Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan más para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. De modo que si alguno esta en Cristo nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" 2 Cor. 5:15 y 17. 

Al ver el acto redentor de la cruz vemos la repugnancia de Dios hacia el pecado. Dios ama al pecador pero no al pecado. En tanto pues no hagamos de la vida cristiana un sentimentalismo. Amar no significa pensar todo el día en Cristo ni sentir emoción por él. El amor va mas allá. Se refleja en dejar morir nuestro yo con todos sus deseos. Esto es duro pues no es nada natural en el hombre hacerlo. 

El propósito del evangelio no ha sido otra cosa que hacer que el pecador en vista de tan inmensurable amor, proceda al arrepentimiento y ande en novedad de vida por amor a aquel que ya obró su salvación. Sin embargo ni esta novedad de vida de genuino amor en el salvador forma parte alguna de la provisión que nos salva de la condena 1 Corintios 4:4 "Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado..." 

Pablo andaba en novedad de vida por amor a su salvador sin embargo no le otorgo mérito salvador a esta experiencia. Al contrario manifestó que no por esto llegaba a ser considerado justo y por consiguiente merecer la vida eterna. Él sabía que él único fundamento que otorgaba salvación era aquella vida únicamente santa de Cristo su sustituto. Sabía que tan solo mediante la fe reconocedora de que la obediencia de Cristo únicamente compran la salvación, Dios considera justo al pecador y por consiguiente merece la vida eterna.


"La justicia por la cual somos justificados es imputada, la justicia por la cual somos santificados es impartida. La primera es nuestro derecho al cielo; la segunda, nuestra idoneidad para el cielo" E. G. de White Review and Herald, 04 de junio de 1895.


Queda claro que nuestra fe genuina que obra por amor (santificación) no es derecho, entendámoslo bien. Nadie será salvo en sus pecados, cierto; la fe sin obras es muerta, cierto; sin santidad nadie verá al Señor, cierto; la fe salvadora es una fe que obra por amor, cierto; todo esto aporta y asegura nuestra salvación, FALSO. La salvación fue comprada únicamente por la obra de Cristo. No hay más aporte. Ahora muchos dirán y que del pasaje de Santiago 2:24 "Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe". 

Lo que sucede es que mientras Pablo contestaba la pregunta ¿Cómo se justificará el hombre ante Dios? Santiago contestaba la pregunta ¿Cómo se justificará el hombre ante los hombres? En Romanos 4:2 encontramos la confirmación de lo expuesto: "Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de que gloriarse, pero no para con Dios". Abraham tiene obras de las cuales puede gloriarse, con las cuales puede justificarse ante todos, pero no para con Dios. Concluimos pues: "Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús" Romanos 3:24. 

Ahora bien debemos tener cuidado de dar mérito a la fe. Es decir creer que Dios me salva porque tengo fe. Eso contradiría el evangelio de ser justificados por una gracia que se extiende sin causa de parte nuestra. Negaría, además, la justificación sola por Cristo. La fe no hace. Meramente toma. No hace que aparezca la gracia sino que meramente se torna consciente de algo que ya esta en existencia. Es como abrir los ojos para ver el sol. El sol ya estaba allí, y abrir los ojos no tiene nada que ver con hacer que brille. La fe es aceptar nuestra aceptación en Jesucristo. 

Recordemos también que la fe no es atributo nuestro sino obra del Espíritu Santo. Veamos el orden de la redención para que la idea quede más clara: 1) La bendición de la justificación. 2) La esperanza firme de la glorificación basada en la justificación. 3) La apelación a la santificación. "Mirad cual amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios, por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios (1 Justificación) y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser, pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él porque le veremos tal como él es (2Glorificación). Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica así mismo (3Santificación), así como él es puro" 1Juan 3:1-3. 

No somos exhortados a vivir una vida de santificación para hallar en ella la esperanza de ser glorificados, sino que somos exhortados a vivir una vida de santificación porque tenemos esa esperanza. Si corremos el camino de la santificación para obtener la esperanza corremos en incertidumbre, porque ¿Cómo podemos saber si somos suficientemente buenos o si corremos bastante bien como para satisfacer a Dios? Pero si corremos el camino de la santificación porque tenemos una esperanza firme, corremos con paciencia la carrera que tenemos por delante. 

Sin embargo si hay ausencia de santificación es evidente que nunca hubo justificación, que nunca el pecador acepto que tan solo la obediencia de Cristo le otorgaba salvación. Y ante esta negativa no puede haber salvación. La santificación no es opcional pero tampoco es mérito salvador. Si alguien no llega a ser salvo no es precisamente porque se considere o haya mérito en la fe que obra por amor sino porque la ausencia de esta fe da a conocer que la persona nunca acepto que ya tenia la salvación en virtud tan solo a la obediencia de Cristo. 

Es así como se entiende versículos como "El que no nace de nuevo no entrara al reino" San Juan 3:5. El pecador no entrará al reino porque no aceptó que tan solo los méritos de Cristo compraron su salvación, cuyo reflejo es que no nació de nuevo. En otras palabras si alguien se salva se debe a la iniciativa de Dios y si finalmente se pierde se deberá a su propia iniciativa. 
Recordemos la experiencia del ladrón que recibió la promesa de la vida eterna allí en el Gólgota. El no tuvo tiempo de mostrar una fe que obra por amor por ya tener la salvación comprada, no tuvo tiempo de preparar su idoneidad mas siendo que la justicia imputada tan solo es el derecho. Cristo pudo asegurarle que moraría con él. El sacrificio de Cristo es más que simplemente provisional. Es efectivo en tanto compró nuestra vida actual y todo cuanto poseemos; todavía más, compró la salvación eterna a favor nuestro. 

La parálisis espiritual de la tibieza se origina en lo más hondo de nosotros, en la consideración de Cristo como un Banco que no hace nada, hasta que ingresamos un depósito. Lo convertimos en alguien impersonal, distante. A nosotros nos toca dar el primer paso. Es decir, hacemos depender nuestra salvación de nuestra propia iniciativa. Sin embargo, en realidad Cristo hizo ya el depósito de vida eterna con todas sus bendiciones, ingresándolos inmerecidamente en nuestra cuenta bancaria. 

Un amor tal nos constriñe a vivir para él, convirtiendo en realmente fácil ser salvo, y difícil perderse. Un amor tal hace obediente al creyente, nace una superior motivación: el vivo deseo de honrar y vindicar a Cristo, como ilustra el sentimiento de una novia hacia su prometido. Independiente de nuestros propios deseos egoístas de recompensa o temor al infierno. Trasciende a toda motivación centrada en el yo.

Bien hemos insistido en que la santificación es evidencia y no mérito en el plan de salvación, ya que tal teología que por cierto se resume muy bien en la frase "El cielo es tuyo pero tienes que ganarlo" es el arma principal de Satanás. Es la doctrina del anticristo. ¿Comó así? Veamos: El espíritu del anticristo es un espíritu de considerarnos dioses o de querer ocupar el lugar de Dios. Es el espíritu de Lucifer "Junto a las estrellas de Dios levantaré mi trono... y seré semejante al Altísimo" Isaías 14:13-14

Transmitida a Adán quién escogió rechazar la autoridad de Dios a cambio de aceptar la tentación de querer ser como Dios. Tal espíritu desea también sustituir a Cristo y a su obra redentora con algo "bueno" como lo es la santificación. Tal como se manifestó en Caín. Quién guiado por este espíritu que no es otro que nuestro ego consideró a su esfuerzo por amor, como ofrenda digna para recibir el perdón. Al igual en la edad media la iglesia toma una posición contraria a la Biblia sin imaginárselo. 

Substituir lo requerido por algo bueno como lo son los frutos del Espíritu Santo fue y es el engaño de Satanás. La Iglesia fue muy sincera en su creencia y al igual que Caín no imaginó que en su ignorancia estaba echando por la borda el evangelio de Cristo. En la actualidad ya no somos más herederos de la reforma, ni seguidores de la doctrina de Cristo puesto que hemos prostituido la doctrina de la justificación por la fe. 

Afirmamos que somos salvos por gracia, gracias a tan solo los méritos de Cristo. Pero enmudecemos cuando se nos pregunta ¿Si hoy viniese Cristo, te irías a morar con él? Lo peor es que otros podríamos decir que sí confiados porsupuesto en la obra de Cristo y también en la fe activa, en la fe que obra por amor por ya tener la salvación que ejercimos durante nuestra vida. No hay nada más ofensivo que esto. La glorificación de la experiencia religiosa bajo el pretexto de honrar al Espíritu Santo es la glorificación del hombre. Es la actitud propia del anticristo.

Fue la espada del Espíritu y no la espada de Napoleón la que hirió al hombre de pecado en la edad media. La reforma restauró la verdad de la justicia que es por la fe-una justicia no terrenal, sino celestial, no del hombre sino de Cristo, no personal sino vicaria, no infundida sino imputada, no experimental sino escatológica. Esta fue la espada de la verdad que infligió tal golpe en el hombre de pecado que la profecía lo describe como una herida mortal Apoc 13:3. 

Pero Apocalipsis dice que la herida será sanada. Hoy estamos siendo participes de tal afrenta hacia Dios. Lo serio y terrible de esta situación es que al poner mérito salvador a nuestra experiencia, a nuestra vida llena del Espíritu Santo, a nuestra fe que obra por amor por ya tener la salvación; no es como si estuviéramos robando algunas joyas de la corona real de Cristo. Los que hacemos esto somos culpables de robar toda la corona y ponerla en nuestra propia cabeza. Es la actitud propia del anticristo. Es el pecado del hombre religioso. Se comete dentro de la casa de Dios. Es una realidad presente. Y despoja a Cristo de su gloria.

Bien desenmascarado ya este espíritu que mora en nosotros. Veamos como así este ocasiona que quedemos zarandeados del pueblo de Dios: "Pregunté cúal era el significado del zarandeo que yo había visto, y se me mostró que lo motivaría el directo testimonio que exige el consejo del Testigo fiel a la Iglesia de Laodicea" pg61 Joyas de los testimonios#1. Pues bien la sierva del Señor nos dice que el ser zarandeados depende de seguir y aceptar el consejo que el testigo fiel da a la iglesia de Laodicea.

¿Cuál este consejo? Pues no es otro que el de vestir nuestra desnudez espiritual con el manto de la justicia de Cristo que se nos ofrece a fin de ser agradables y dignos de vida eterna ante la santidad de Dios. Hermanos ya no más proclamemos la falacia "El cielo es tuyo, pero tienes que ganarlo" dejando de lado el manto de Cristo, dejando de lado la doctrina de Cristo:"No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros..." San Juan 15:16. 
Hermano en la redención no hay tal cosa de depender de lo que hizo Cristo y de nuestra obediencia "Aunque piensan que se están confiando a Dios, dependen mucho de sí mismos. Son almas concienzudas que confían parcialmente en Dios y parcialmente en sí mismas. No miran a Dios, para ser guardados por su poder, sino que dependen de la vigilancia contra la tentación y del cumplimiento de ciertos deberes para ser aceptados por él. No hay victorias en esta clase de fe. Las tales personas trabajan inútilmente; sus almas están en servidumbre continua, y no hallarán descanso hasta que pongan sus cargas a los pies de Jesús" Joyas#2 pg94. 

Muchos temen que esta verdad este echando por la borda las obras y que induzca al remanente al pecado. Cuando sucede lo contrario. Nadie puede amar sino ha sido amado. "Tendrá este consejo efecto en el corazón de quien lo reciba y le inducirá a ensalzar la norma y expresar claramente la verdad" Joyas#1 .Pg61. Esto es lo que acabara con la omnipresente tibieza, no hay más.

Finalmente el zarandeo no consistirá en otra cosa que en separar a los obedecen la palabra de Dios de los que conducidos por su ego, rechazarán y perseguirán a los que no lo hagan "Algunos no soportarán este testimonio, sino que se levantarán contra él. Esto es lo que causará un zarandeo en el pueblo de Dios"Joyas#2 pg61. 

El testimonio, el consejo a la iglesia de Laodicea no es otro que el de encaminarse en el evangelio, en las buenas nuevas de salvación; no hay misterios ni nuevas verdades. Ya no lo rechazemos más "El testimonio del Testigo no ha sido escuchado sino a medias. El solemne testimonio, del cual depende el destino de la Iglesia, se tiene en poca estima, cuando no se lo descarta por completo. Este testimonio ha de mover a profundo arrepentimiento, y todos los que lo reciban sinceramente, le obedecerán y quedarán purificados". Joyas#2 pg. 61. 


"El tiempo de prueba esta precisamente delante de nosotros, pues el fuerte pregón del tercer ángel ya ha comenzado en la revelación de la Justicia de Cristo, el Redentor que perdona pecados. Este es el comienzo de la luz del ángel cuya gloria llenará toda la tierra" Mensajes Selectos tomo1, pg.425.


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