EL ÚNICO CAMINO AL CIELO

Jesucristo vivió, sufrió y murió para redimirnos. Dios permite que su amado Hijo para que provienen del mundo de la fama en este mundo perverso del pecado, dejó la gloria y el honor y soportó los insultos, la humillación, el odio y la muerte. Él, que era idéntico a Dios, el alma se sentía terrible separación que el pecado causó entre Dios y el hombre. Este gran sacrificio fue una maravillosa manifestación del amor del Padre por nosotros.
Cristo era el único mediador a través del cual Dios ha derramado su gran amor por el mundo pecador. Sólo la víctima Sólo Dios para limpiar de pecado a todos los que creen en él.
Debemos recordar el gran precio de nuestra redención y el nuevo papel que se nos ofrece. El pecado somos esclavos de Satanás, pero el sacrificio de Jesucristo, podemos volver a ser hijos de Dios - los niños del Rey Celestial. Este amor no se puede enfrentar cualquier cosa!
Jesucristo nos ofrece una segunda oportunidad de manera gratuita y depende de nosotros si lo aceptamos profundamente en nuestros corazones y vamos a estar unidos a Cristo todos los días renovada.
No basta con decir - creo en él, así que llegar al cielo, no es verdadera fe. La verdadera fe en el corazón. Cuando uno se da cuenta de que el hijo del Dios Creador es una palabra que podría destruirlos a todos y crear otros, obediente, venir a la tierra y sufrió y murió por nosotros, es algo tan surrealista, que no podemos dejar que se enfríe.

Por lo tanto, el primer paso de la fe es un remordimiento genuino y profundo sobre nuestros pecados que crucificaron a nuestro Creador y nos arrepentimos.
Entonces entra en nuestros corazones el Espíritu Santo y nosotros en remodelar su imagen, que estaban llenos de amor y de la ley de Dios hay transgresión. Es un proceso, y cuanto más uno se da cuenta del amor de Dios, más que ver sus propios errores y más pidiendo el perdón y la orientación.
El poder real del pecado no puede escapar, porque nuestro pensamiento es erróneo y el cambio no puede por sí mismos. Todos los esfuerzos humanos por su buen comportamiento no se puede cambiar el corazón. Se puede sólo Jesucristo, que da nueva vida al corazón, y sólo entonces se puede abandonar el pecado de nuevo a la santidad.
Hay que tener un corazón nuevo, un nuevo deseo, nuevas resoluciones, y no lo suficiente a las características sólo bueno, sino que debe nacer de nuevo del Espíritu Santo. No basta con ver el amor y misericordia de Dios. No basta con saber su sabiduría y justicia de la ley, pero hay que aceptar el sacrificio de Jesucristo y tener fe para convertir sus corazones.
arrepentimiento Verdadero incluye un sincero pesar sobre el pecado y de espaldas a pecado. El pecado no retractarse hasta que no sabemos su pecado, el verdadero cambio en la vida sólo se produce cuando el corazón se apartan del pecado.
Si usted le da en el corazón del Espíritu, sin embargo, despierta la conciencia y el pecador se sentirá algo de la profundidad y santidad de la ley de Dios, la base del Gobierno de Dios en el cielo y en la tierra.
Vida Salvador es un gran ejemplo de mantener los principios de la ley de Dios - el amor a Dios y el hombre. Su vida estaba llena de perdón y el amor desinteresado. Si nos fijamos en él, entonces sabemos que la maldad de sus corazones.
La única razón por la que nos falta el perdón de los pecados cometidos es que no estamos dispuestos a humillarse tu corazón y no quieres que se ajusten a las condiciones de la verdad divina. La confesión del pecado, ya sean públicos o privados, para ser honesto, se hagan libremente y no ser ejercida por el pecador. Tampoco se hace por casualidad y sin cuidado, y puede ser aplicada por aquellos que aún no tienen idea clara de la naturaleza terrible del pecado. Sólo una religión que viene de nuestro interior más profundo, encuentra su camino a la misericordia eterna de Dios.
La religión sin el arrepentimiento sincero y sin remedio no es agradable a Dios. En la vida de el cambio de material debe ocurrir, todo es querido por Dios, debe ser eliminado. Este es el resultado de un verdadero arrepentimiento de los pecados. La confesión de Cristo, sin este amor profundo no es más que una expresión verbal, una formalidad seco. Todos aquellos que admiten su culpa, somos justificados, porque Jesús se declarará por cada penitente en la sangre.
Cuando el Espíritu Santo despierte su conciencia, usted sabe, en cierta medida el mal del pecado, su poder, su culpa y la miseria y pensar en él con disgusto. Usted siente que el pecado te separa de Dios, tú eres el poder del mal en cautividad. Cuanto más intenta escapar, más te das cuenta de su impotencia. Sus motivos son impuros y su corazón es impuro. Reconozca que su vida está llena de egoísmo y el pecado. ¿Sueñas con el que se haya perdonado, debe ser limpiado y entregado. Ocasión de lo que se necesita para estar en consonancia con Dios, ser como él. ¿Qué hacer para lograrlo?
Ir a él y pedirle que lava tus pecados y os daré un corazón nuevo. Confiar en él para hacerlo, porque prometía.
Cuando se dedican a Jesús, no te vayas, no separada de él, pero a confesar todos los días: "Yo soy el Cristo, he dedicado a él." Pídele que te dé su Espíritu y te guarde por Su gracia. Debido a que Dios te dio, y se cree que se convirtió en un hijo de Dios, aún vive en Dios. El apóstol Pablo escribe: "Vivir en Cristo Jesús, cuando lo recibió como Señor" (Colosenses 2:6).
Jesús quiere que nos acerquemos a él como que, nosotros, pecadores, dependiente indefensos. ¿Podemos llegar a todas mis debilidades, y sus locuras, su pecado, y caer a sus pies en el arrepentimiento.
Si el corazón ha sido renovado por el Espíritu de Dios, pues, dar testimonio de la vida misma. El cambio se refleja en el carácter, los hábitos, en la reunión. Muestra con claridad, el contraste entre lo que era antes, y que son ahora. La naturaleza no muestran los hechos ocasionales buena o malas acciones poco frecuentes, pero el lenguaje cotidiano y el comportamiento.
Aquellos que se convierten en nuevas criaturas en Cristo Jesús, traiga los frutos del Espíritu, que es "amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio" (Gálatas 5,22-23). Dejar de encontrar placer en los viejos vicios, sino por la fe en el Hijo de Dios a caminar tras las huellas de Cristo, reflejan su carácter y será puro como él es puro.
Hay dos errores que deben ser enfrentados por los hijos de Dios - especialmente aquellos que sólo empezó a creer en la gracia de Dios -. Especialmente protegidas
El primer error es la creencia en la propia fuerza del hombre y en sus propias obras, la creencia de que su hombre puede ser reconciliado con Dios.
¿Quién está tratando de obedecer la ley y se convierten en actos propios de un santo, intentando lo imposible. Todo lo que un hombre detenido sin Cristo, está manchado por el egoísmo y el pecado. Sólo la fe en la gracia de Cristo nos bendiga.
Un segundo error de no menos peligroso es la creencia de que Cristo ha liberado al hombre de la ley de conservación de Dios, una fe que nos convertimos en participantes en la gracia de Cristo y que nuestras acciones con nuestra redención no tienen nada en común.
Pero tenga en cuenta que la obediencia no implica una orden de cumplimiento meramente formal, sino de caridad.
La ley de Dios es una expresión de la verdadera naturaleza de Dios, es el epítome de los grandes principios del amor, y es el fundamento del Gobierno de Dios en el cielo y en la tierra. Sigue siendo válida, tanto en el cielo y en la tierra.
Si nuestros corazones son de nueva creación a imagen de Dios cuando el alma de amor divino, es posible que la ley de Dios no se refleja en la vida? Si el principio del amor entró en el corazón, si uno vuelve a nacer en la imagen del que lo creó se cumple la promesa de un nuevo contrato.
Hebreos 10.16 - "Yo les doy mis leyes en sus corazones y escribir en la mente."
Y cuando la ley entró en el corazón, darán forma a su vida. La obediencia - el servicio del amor y la devoción al amor - es el verdadero signo del discipulado. La Escritura dice:
1 Juan 5.3, 2.4 - ". No es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos" "¿Quién dice que yo lo conozco, pero no guarda sus mandamientos es un mentiroso y no hay verdad en él." Es sólo la fe y la creencia de que nuestra obediencia a la exención de los participantes es la gracia de Cristo que nos permite ser obedientes.
La salvación no va a ganar su obediencia, porque la salvación es un don gratuito de Dios que se acepta por la fe. La obediencia es el fruto de la fe.
01 de enero 3,5.6 - "Y usted sabe que el Hijo de Dios se manifestó para quitar los pecados, y no hay pecado que permanece en el Hijo no, el pecado y el que peca, visto o sabido de él.."
Esta es la piedra de toque real. Si permanecemos en Cristo habita en nosotros el amor de Dios, nuestros sentimientos, nuestros pensamientos, nuestras intenciones y nuestras acciones están en conformidad con la voluntad de Dios expresada en los mandamientos de la santa ley de Dios.
01 de enero 3,7 - "Hijos míos, que nadie os engañe: él es justo, que hace justicia - como él es justo."
La justicia es definida por la ley santa de Dios, que se expresa en los Diez Mandamientos dados en el Sinaí. Fantasma de la fe en Cristo, que afirma que el hombre fue liberado de la obligación de obedecer a Dios, no la fe, pero la arrogancia.
Ef 2,8, James 2.17 - "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe", pero "así como la fe, no en sí mismo 1i obras, es muerta en sí misma."
Comprometerse Si es él y aceptar cuando tu Salvador, se le consideraba como su justa medida, si es su vida misma hříšnější. carácter de Cristo está en cabeza de tu personaje, y que Dios te acepta como eres eran culpables.
Y esto, Cristo da un nuevo corazón. La fe habita en su corazón. Por la fe, debe observar esta unión con Cristo, y cada día tienes que obedecer a su voluntad a Su voluntad, y si lo hace, Cristo obra en vosotros el querer y el acto de su voluntad.
Cuanto más nos acercamos a Jesús, los defectos más va a usar las notas, porque nuestro sentido común para la mejora y la adición perfecta a la naturaleza de Jesús demuestra nuestra imperfección en una luz más clara. Esta es la prueba de que los engaños de Satanás están perdiendo su poder, la influencia de la animación del Espíritu de Dios nos despierta.
Cambio de Corazón, que nos convertimos en hijos de Dios, la Biblia es llamado el renacimiento.
Santificado sea Dios en la mañana, ya se trate de su primera acción: Oremos:. "Llévame, Señor, como su propiedad entera puse todos mis planes a sus pies Úsame hoy en su ministerio Permaneced en mí y.. dame acabado toda su obra en ti. "Así que orar todos los días. Cada mañana consagrarse a Dios para el día siguiente. Lleve con todos sus planes para declarar su providencia, que deban realizarse y cuáles no. Así que cada día Pon tu vida en manos de Dios y su vida se volverá más y más de moda después de la vida de Cristo.
El amor por Jesús se refleja en el deseo de trabajar como él trabajó por el bienestar y la salvación de la humanidad. ¿El amor y la compasión para něžnému toda la creación, que se encarga de nuestro Padre celestial.
Cuando alguien viene a Cristo, nace en su corazón el deseo de decirle a otros cómo encontrar a un amigo poco común en Jesús, la verdad salvífica y santificadora no puede permanecer en sus corazones cerrados. Si estamos revestidos de la justicia de Cristo, y llena de alegría que habita en nosotros su Espíritu, no podemos permanecer en silencio.
El corazón anhela algo más. Es allí lugar para la pereza o el egoísmo. Los que son tan dedicados trabajo desinteresado por el bienestar de los demás, haciendo todo lo posible para su propia salvación. Para trabajar por Cristo puede trabajar en la familia, la iglesia, amigos, vecinos o en el trabajo.
Aprenda escuchar cómo Dios nos habla. Dios revela su voluntad en su Palabra - la Biblia, su creación -. Naturaleza y la providencia y la conciencia
Cuando los remordimientos de conciencia por desobedecer e ignorar la voz del Espíritu de Dios?
Si hemos de discernir la voz de Dios, requiere una atención seria. Debemos resistir sus propias tendencias, y golpearon a obedecer la voz de la conciencia sin demora ni excusa para sus llamadas no se detienen y no tomar nuestra propia voluntad y el comportamiento instintivo.
El Señor nos aconseja a orar en la soledad y el silencio de sus corazones estudiados, escuchó la voz de la verdad y la conciencia. Nada hace tan claro como la oración propia de la reclusión.
Una vez que salga de su independencia natural y de la libre voluntad y sustituir la obediencia infantil a la permitida, si usted está dispuesto a dejar la enseñanza, escuchar la voz del verdadero pastor, al decir: "Este es el camino a seguir después de él." (Isaías 30,21) No hay tiempo o lugar donde no sería apropiado para llevar a la oración a Dios. Nada nos puede parar, levantamos nuestros corazones en la oración verdadera. En medio de la multitud en la calle, en su trabajo diario puede enviar una oración a Dios y pedir la guía de Dios.
Traiga a sus necesidades a Dios, sus alegrías, sus preocupaciones, sus aspiraciones y sus preocupaciones. Su carga neobtíží él, ni se cansa. Aquel que conoce cada cabello en su cabeza no es indiferente a las necesidades de sus hijos. "Porque el Señor es compasivo y misericordioso" (Santiago 5.11) en la oración, pero no sólo yo, alabar y dar gracias a Dios por la gracia.
Cristo no ofrece enseñar a la gente presumida, petulante y terco. Sólo los humildes y orientación promesas manejable para decidir esto sólo le enseñará a su manera.
La vida cristiana es una vida de entrega al día, la subordinación, y continua para superar los obstáculos todos los días que conducen a nuevas victorias y nuevos. Este es el crecimiento real de Cristo.
El amor a Dios debe ser la fuente principal de nuestras acciones.
Cuando a veces no entiende algo, no cabe duda de la palabra de Dios, porque no podemos comprender el misterio de la providencia de Dios. En la naturaleza, todavía estamos rodeados de secreto, que no puede explicar. Incluso los más simples formas de vida es un problema que no puede explicar aún los más sabios pensadores.
La Biblia nos da la verdad tan simple y perfectamente adaptado a las necesidades y deseos del corazón humano, que fue sorprendido e impresionado incluso el intelectual más, sino que también permite el más simple y sin educación a conocer el camino de la salvación.
Existe evidencia para todo el mundo - el más simple y más remotas - las pruebas que ofrece su propia experiencia. Dios nos invita a la verdad de sus palabras, la verdad de su promesa de intentar por sí mismo. Él nos invita: "Gustad, y verás que bueno es el Señor" (Salmo 34,9). En lugar de confiar en las palabras de los demás, tenemos que convencer a ti mismo. El Señor dice: "Pedid y se os" (Juan 16:24). las promesas de Dios se cumplen. No no y no puede fallar. Todo esto nos llena de alegría.
Pronto se abren las puertas del cielo, a los hijos de Dios vinieron de la boca del Rey de la gloria de escuchar las bendiciones que el sonido de sus oídos como la música más dulce: "Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde la fundación de del mundo "(Mateo 25,34).
A continuación, la redención será recibido en el hogar, que los prepara para Jesús.

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