Tomado de El Centinela® de Abril 2014 | |
Los acontecimientos que ocurrieron durante la última semana de Cristo sobre la tierra constituyen la esencia del evangelio.
La Semana Santa, conocida también como Semana de la Pasión, es una
celebración anual que conmemora los acontecimientos de la última semana
de la vida de Jesús sobre la tierra. Comienza con el Domingo de Ramos y
celebra otros días importantes, como el Jueves Santo, que recuerda los
eventos ocurridos en el aposento alto, entre ellos la institución de la
Cena del Señor. El Viernes Santo conmemora la muerte de Jesús, y es
considerado el día más solemne de la semana por haber ocurrido en ese
día el sacrificio expiatorio de Cristo por los pecados del mundo.
Concluye con el Domingo de Resurrección, o Domingo de Pascua, en el que
se celebra el triunfo de Cristo sobre la muerte y el pecado.
En este artículo examinaremos el significado y el desarrollo histórico de esta celebración cristiana.
La Semana Santa y la Pascua
La muerte de Cristo ocurrió durante la fiesta de la Pascua, una de
las tres fiestas anuales establecidas por Dios en el Antiguo Testamento
para conmemorar la liberación de Israel de la esclavitud egipcia. Esta
fiesta empezaba el 14 del mes de Abib —conocido posteriormente como Nisán—
en el primer mes del año (Éxodo 12:2, 14; 13:4). Jesús, como en años
anteriores, decidió asistir a esta fiesta, a la que debía presentarse
“todo varón delante de Jehová el Señor” (Éxodo 23:14-17).
La celebración empezaba con el sacrificio vespertino de un cordero
que debía comerse con hierbas amargas y pan sin levadura (Éxodo 12:8).
Además de ser un memorial del éxodo de Israel, el sacrificio de la
Pascua simbolizaba el sacrificio de Cristo, “el Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo” (S. Juan 1:29).
La conexión de la fiesta de la Pascua con Cristo es subrayada por
Pablo, quien presenta al Señor como “nuestra pascua”, sacrificada por
nosotros, e invita a los lectores a limpiarse de la “vieja levadura” de
manera que podamos ser “nueva masa” en Cristo (1 Corintios 5:7). Juan
también conecta al cordero de la Pascua con Cristo, con el hecho de que
ningún hueso de la víctima debía quebrarse (Éxodo 12:46; S. Juan 19:36).
Así como la Pascua es una de las fiestas anuales más importantes para
los judíos por la liberación de la esclavitud que representa, la Semana
Santa lo es para los cristianos, por la liberación del pecado que
otorga el sacrificio de Cristo.
La fecha de la Semana Santa
La fiesta de la Pascua bíblica empezaba siempre el día 14 del primer mes de Abib,
sin importar el día de la semana. Según los Evangelios, Cristo murió un
viernes, día de preparación para la observancia del sábado (S. Lucas
23:54), y resucitó el primer día de la semana (S. Lucas 24:1). Estudios
cronológicos de Cristo en su última Pascua afirman que su entrada
triunfal ocurrió el domingo, 9 de Abib, que murió el viernes, 14 y que resucitó el domingo, 16 del mismo mes.1
El hecho de que las fechas de un año no coinciden siempre con el
mismo día de la semana en otros años, causó mucha polémica con la
observancia de la Semana Santa. Conforme al calendario bíblico de la
Pascua, la festividad no podía empezar siempre en
el primer día de la semana, como algunos preferían. Después de mucha
discusión y muchos debates, el Concilio de Nicea (325 d.C.) determinó
que la resurrección de Cristo debía celebrarse siempre en el domingo más
cercano a la fecha de la Pascua bíblica, sin importar la fecha del año.2
Actualmente, la Semana Santa sigue la tradición católica de empezar
la celebración un domingo, con la entrada triunfal de Cristo en
Jerusalén, y concluir el domingo siguiente con la celebración de su
resurrección.
Para la Iglesia Católica, la victoria de Cristo sobre la muerte en el
primer día de la semana fue tan importante que llegó a adoptarlo como
día de reposo semanal, y rechazó el día de reposo bíblico, el sábado, el
séptimo día. Debe observarse que los discípulos de Cristo guardaron el
día de reposo bíblico en la semana de su muerte (S. Lucas 23:50-56;
24:1-3), y que la observancia del domingo como día de reposo no tiene
apoyo bíblico.
La observancia del domingo como día de reposo recibió un gran empuje
con un edicto del emperador Constantino, quien prohibió ciertos trabajos
en ese día, y se cimentó como día de reposo con las Decretales del papa
Gregorio IX (1234 d.C.). Estas decretales oficialmente ordenaban la
observancia del domingo como día de reposo.3
El inicio de la Semana Santa contemporánea
Los primeros cristianos no mostraron interés litúrgico en todos los
acontecimientos asociados con la muerte de Cristo. Su interés se
concentró en su muerte expiatoria y su resurrección y en la redención
que Cristo otorga a sus seguidores. Con vehemencia, Pedro y Pablo
proclamaron estos acontecimientos (Hechos 2:29-38; 1 Corintios 1:23;
Romanos 6:3-7).
Fue hasta el siglo IV cuando la Semana Santa empezó a celebrarse en
Jerusalén con procesiones y dramatizaciones de los acontecimientos
ocurridos durante aquella gloriosa y terrible semana. Jerusalén fue el
sitio ideal, pues para ese tiempo ya existían altares en los lugares
donde presuntamente Cristo fue crucificado y sepultado. El Domingo de
Ramos, el Jueves Santo, el Viernes de Crucifixión y el Domingo de
Resurrección eran los días más destacados de la Semana Santa en el siglo
IV.
Descripciones detalladas de la Semana Santa celebrada en Jerusalén en
el siglo IV son presentadas en el diario de una monja española conocida
como Egeria, quien registró los eventos diarios de esta semana en 383
d.C. Según Egeria, la semana empezaba con una procesión que partía del
Monte de los Olivos hacia Jerusalén, en la que los niños agitaban palmas
al entrar en la ciudad. El obispo de la ciudad representaba a Jesús.
Egeria añade en su diario que el jueves se celebraba la eucaristía y que
el viernes de crucifixión se dedicaban cuatro horas de veneración.4
Posteriormente, las dramatizaciones de Semana Santa en Jerusalén se
diseminaron a otras comunidades circunvecinas. Para el siglo VI, las
iglesias de Roma y Constantinopla habían adoptado las liturgias
asociadas con la Semana Santa y las exigieron en todas las iglesias de
su vasta jurisdicción.5 En el siglo XX, la Semana Santa fue altamente restaurada por el papa Pío XII en 1956 y por el Concilio Vaticano II (1962-1965).6
Conclusión
Aunque está basada en eventos bíblicos de la vida de Cristo, la
Semana Santa no es una fiesta establecida por las Escrituras para ser
conmemorada por los cristianos. No obstante, esta celebración anual
ofrece a la cristiandad una excelente oportunidad para celebrar y
proclamar la victoria de Cristo sobre el pecado, la muerte y Satanás.
Los eventos que ocurrieron durante la última semana de Cristo sobre la
tierra constituyen la esencia del evangelio: Cristo murió por nuestros
pecados para que podamos ser salvos.
Dentro del marco de esta semana memorable, el viernes conmemora la
muerte de Jesús, fundamento de la salvación del hombre. El sábado
celebra el descanso del Redentor, símbolo de la paz recibida por la
muerte expiatoria de Cristo (Hebreos 4:4, 9). Y el domingo simboliza el
poder del Salvador sobre la muerte, evocando un mensaje de esperanza
para todos los hombres.
1Ver la tabla cronológica de la crucifixión en relación con la Pascua que aparece en el Comentario bíblico adventista del séptimo día, vol. 5, p. 222.
2 Scott P. Richert, How is the date of Easter calculated? URL: http://catholicism.about.com/od/holydaysandholidays/f/Calculate_Date.htm. 3 Bromiley, Geoffrey, ed. The International Standard Bible Encyclopedia (Grand Rapids, Michigan: Eerdmans Publishing Company, 1988), “Sabbath”, tomo 4, p. 252. 4 Eventos detallados de cada día de la Semana Santa son registrados en publicaciones del diario de Egeria, tales como, Eteria, Egeria, Itinerario/Itinerarium Egeriae (Valladolid, España: Maxtor). 5 Nathan Mitchell, “Holy Week”, en McBrien, Richard (ed.), The Harper Collins Encyclopedia of Catholicism (New York: Harper Collins, 1995) 6 Resumen de la historia de Semana Santa por McBrien, profesor de Teología en la Universidad de Notre Dame. http://www.catholiccourier.com/commentary/father-mcbrien/holy-weeks-history-explained/#sthash.hMDFUPh0.dpuf. |
martes, 15 de abril de 2014
SEMANA SANTA: ¿Cómo llega hasta nuestros días?
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