¨Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.¨
Mateo 6:6 (Reina-Valera 1960).
Si bien es cierto la base de nuestra relación
con Dios es la oración, el tener la posibilidad de hablar con él y
contarle lo que sentimos, lo que queremos y pues sobre todo deleitarnos
en su presencia.
La comunicación es una de las cosas más importantes de una relación, si tú no te comunicas con tu pareja, esposo o novio, como podrías sacar adelante esa relación, no funcionaria, entonces no hay mucha diferencia
cuando de Dios se refiere; todo parte desde que decidimos abrir la boca
dirigiéndonos hacia El, ya sea para adorarle, alabarle, interceder,
darle gracias, pedirle, etc.
Orar es una de las mejores cosas que podemos hacer, porque es un encuentro personal con Dios, es una experiencia que otros no deben vivirla por ti, tenemos que hacerlo con la mejor actitud, con fe, confiando que Dios nos escucha siempre,
No ores por apariencia, no lo hagas para que
la gente te vea o te admire por eso, no creyéndonos los súper
espirituales. Con Dios las cosas a veces no se manejan con lógica, entre
más prudente seamos, mas Jehová nos recompensara y nos colocara como
ejemplo.
Nuestro Dios es el único que nos puede
ayudar en cualquier tipo de situación que estemos pasando, la gente que
nos rodea no va a responder a
nuestras oraciones, porque ellos no conocen la voluntad de Dios para
nuestra vida, eso es algo intimo que cada quien debe descubrir.
Aunque
Dios ya conozca las cosas que necesitamos, es importante que nos
presentemos delante de Él, demostrándole nuestra fe, el quiere que se lo
pidamos, porque no es solamente que nos dé lo que queremos, sino que
tengamos una relación intima con El.
El señor quiere que cada día nos acerquemos más.
¨Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.¨ Mateo 7:7 (Reina-Valera 1960)
Autora: Jessica Terán
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